¿Qué será lo que tiene Petro?

Avanzaba el mes de diciembre de 2013, cuando en una de esas frías noches bogotanas la plaza de Bolívar se vio invadida de fervientes militantes de las barras de Nacional, Millonarios y Santa Fe. En esta ocasión, no se daban cita para enfrentarse por diferencias con sus amados clubes, esta vez los animaba la hermandad por un líder común: Gustavo Petro Urrego, nunca antes un líder político había logrado la proeza de arroparlos en un cántico frenético y armonioso con bocinas al aire, el toque alegre y rítmico de tambores y los coros delirantes: "Noooo...Petro no se va, Petro No se va". Todavía se recuerda a un Petro desafiante asomado en el balcón del palacio Lievano sede de la alcaldía mayor acompañado de su familia, gabinete y amigos en contundente rechazo a las sanciones de la Procuraduría acompañado de la ferviente muchedumbre. Los fanáticos hinchas ganaron de nuevo: Petro no se fue, pues los hechos y decisiones posteriores echaron atrás las sanciones que le habían sido impuestas por presuntas irregularidades en ejercicio de la función pública. Desde entonces, y con excepcional habilidad y eficacia, el fogoso político hace gala como nadie de su condición de victima, recordando hasta la saciedad la implacable persecución política de la que ha sido objeto, incluso, desde el mismo momento de posesionarse como alcalde de la ciudad capital. Ese mensaje es el que ha sabido intensificar para contrarrestar sus yerros administrativos, logrando ahora una creciente reivindicación en plena campaña, contienda en la que ha sabido exhibir intrepidez, arrojo, valor civil, y sin igual carisma en la pretensión de llegar a la presidencia de Colombia.

Desde su paso por el Congreso donde ha brillado gracias a su aguda y ponzoñosa oratoria, Petro puso punto final a la carrera política de muchos, transformándose en un líder electoralmente "taquillero", siempre polémico, de debate abierto, y sustraído a los lugares comunes; condición tan propia de la montonera de políticos grises e intrascendentes de nuestra vida nacional. Su formación en las células de la guerrilla le enseñó a no jugar a medias tintas, es un político con solvencia intelectual, imprime confianza y credibilidad cada que argumenta sobre lo público, su perfil de economista lo avala siempre con cifras en mano que le ha valido el reconocimiento hasta de sus detractores.

La controvertida propuesta de la Colombia Humana, ha despertado credibilidad y desbordado entusiasmo en las influyentes redes sociales y en plazas públicas convocando puro pueblo con pasión irredenta, lo que brilla por su ausencia en cualquiera de sus contendores. Tenemos entonces, que lo que comenzó como un simple juego estratégico de medios de comunicación a fin de desviar la posible ola apabullante de la consulta uribista-pastranista de marzo, se ha constituido en todo un tsunami político que ocasiona estragos a su paso, el ciclón Petro ha desnudado la fragilidad de la ola verde, dejando a su paso tempraneros damnificados como las campañas de Fajardo Presidente y las débiles listas de Robledo y su Polo para Congreso.

Como dice Nixon en su obra Lideres, la política no está hecha para el vecino de al lado. Y la sesuda convocatoria rotulada como la Colombia Humana, viene causando un efecto de concentración del voto joven, el universitario, el de la izquierda que no reconoce a Robledo, y hasta el arrastre de la militancia liberal con De La Calle, que según cábalas muy racionales pondría al candidato rojo como formula de Petro una vez superada la contienda del 11 de marzo próximo.

Petro es "zorro viejo" y sabe escapar a tiempo de la rutina política, mientras los demás caminan timoratos y erráticos: solo juegan a evitar caminar sobre las brasas pareciendo buscar la presidencia en otro planeta, Gustavo Petro se arropa en el sentido común y a cada paso demuestra ser un excelente comunicador social, condiciones que sin lugar a dudas lo llevará a enfrentar a la derecha en la final presidencial.

Ahorrensen la ligereza de tildarme de petrista en razón del presente análisis, mi control de higiene mental me salva de otras voces, las que escriben y opinan con desbordante histeria e interés estomacal cuando de dadivas del poder se trata. Muchos quieren sintonizar con el llamado a echar ataje a Petro por parte del ex presidente Uribe, cuando el mismo expresidente reconoce de cara al sol su repunte arrollador hacia la recta final con clara posibilidad de ganar la presidencia de Colombia. De igual manera se vienen escuchando voces de veteranos lideres, como el episodio de hace unos días del liberal Horacio Serpa, quien ha reconocido sin ambages que el líder de la Colombia Humana es un hombre de izquierda democrática que ha logrado calar en el corazón y en la inteligencia de mucha gente, hasta afirmar: "Hay mucha gente que se sorprende del caso Petro, pero para mi, desde que salió de la alcaldía, de inmediato he presagiado que se convertirá en todo un fenómeno político nacional." El jefe liberal anota que a Petro lo persiguieron, no lo dejaron gobernar, le pusieron encima la justicia y el Ministerio Público desde el inicio como alcalde, y que de esa persecución inmisericorde se dio cuenta sobre todo las población más pobre. Además puntualiza el ex candidato Serpa, que Petro respondió a todos esos improperios ayudando a la gente: subsidio el agua para los pobres, aplicó subsidio de transporte en el metro, se preocupó por la gente mas necesitada. Aunque Serpa finaliza advirtiendo que no es de Petro y que tiene su propio candidato liberal, para muchos analistas hay un trasfondo de natural simpatía en sus declaraciones tan cargadas de petrismo. En entre líneas entonces, claramente los liberales están cada día más cerca de la Colombia Humana.

Dicen los entendidos que en política todo se paga. Y el liberalismo tiene una cuenta por saldar, y es la del desaire de Claudia López y Fajardo al clamoroso pedido de alianza formulada por De la Calle. Así las cosas, la posible coalición programática liberal 2018 huele a Petro por las profundas afinidades entre ambas fuerzas políticas y los dos candidatos. Veamos: temas como la defensa y desarrollo del acuerdo con las FARC, el avance hacia la negociación con el ELN, la identidad de orden ideológico en cuanto al modelo de Estado Social de Derecho que rotula la carta del 91 donde convergieron Petro y Cesar Gaviria. Tampoco olvidemos que en el Congreso Petro y liberales consolidaron una línea común en el libreto opositor al régimen uribista de 8 años, y juntos co gobernaron en la Bogotá Humana con frontal apoyo electoral del matiz samperista. Petro en la alcaldía, demostró además ser pragmático apoyando al gobierno Santos. Habría que examinar a fondo entonces lo de la supuesta amenaza que representa el señor Petro al establecimiento y sus instituciones.

En estas líneas finales mantengo en consecuencia la lógica racional del titulo anunciado: ¿Qué será lo que tiene Petro? para reiterar que el referido aspirante tiene todo aquello que a los demás juntos les falta. Aquí cabe rememorar a la manera de un consejo a tiempo para los demás aspirantes, que acepten humildemente leer y aplicar a Albert Einstein: "Si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo."

OPINIÓN FOROCHAT es el escenario del acreditado medio universitario digital que nutre la democracia, particularmente en el escenario que vive Colombia frente a la elección presidencial de 2018. Aquí tendremos próximamente las visiones sobre la propuesta de German Vargas Lleras, Sergio Fajardo, el candidato Timochenko y demás ganadores de las respectivas consultas, con el interés superior de aportar a la construcción de ciudadanía influyente.

[email protected] Recuerden que las opiniones son libres y de absoluta responsabilidad de sus autores, lo que significa que en nada comprometen la instancia académica de Escuela del Buen Vecino EBV, como tampoco la filosofía Editorial oficial forochat.com.co