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LOS PEORES DÍAS PARA VENEZUELA

CARLOS ANDRÉS ECHAVARRÍA BLANDÓN Critico Político
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Nuestra generación ha tenido la oportunidad de ver como se eclipsa el horizonte de un país debido a una mala administración por parte de sus gobernantes.
Los ciudadanos son responsables a la hora de las elecciones y por ese corto lapso de tiempo pueden definir el futuro de sus hijos y de sus propias vidas. Muchas veces llegan pseudo líderes que se quieren presentar como salvadores, como los adalides de la democracia y que con ellos correrán ríos de mieles para sus gobernados, otros salen a la luz pública como los incorruptibles, como los inmaculados y como los faros de la moral pública.
Tienen en común los populistas, que se presentan como los únicos que pueden sacar adelante las instituciones, que tiene la “varita mágica” para hacerlo. Grave equivocación la de ese puñado de pueblo que se deja deslumbrar por ese poco de brillantina, que impide analizar vidas, actos y procederes.

La juventud, a la que en su mayoría no le gusta analizar; se dejan seducir por personas altamente carismáticas camuflados en frases cortas y "cosméticas", para y rendirse fácil a sus pies para ser sus escuderos. De esa manera, un revolucionario comunista que intentó tomarse el poder por las armas, logra con su gran encanto seducir una gran parte de la población exhausta de la corrupción que reinaba en su país. Hugo Rafael Chávez Frías llegó a la presidencia de Venezuela gracias al favor popular en las urnas. Venezuela, el país más rico de latinoamérica donde todo sobraba, donde nada se producía, donde se miraba con desprecio a los otros países; no comprendió que un populista iba a destruir toda esa riqueza, que un populista iba a acabar con el país, por un camino de populismo que pronto lo llevaría a convertirse en dictador concentrando toda la riqueza del pueblo venezolano.

¡Ojo Colombia!, miren el ejemplo de Venezuela. Los populistas revolucionarios solo dejan hambre, solo dejan crisis y solo ellos se benefician. Muchos jóvenes en Colombia creen que la vía de escape a los problemas de corrupción en Colombia es el líder de la Colombia Humana. Crasa equivocación, ya le dieron la responsabilidad de gobernar la capital de la república y fue un completo desastre, solo dejó división de clases, solo dejó burocracia y corrupción. Increíblemente, quebró a la capital en solo 4 años.

Venezuela, el otrora niño rico del vecindario, ahora sufre hambre y con ella un crimen de lesa humanidad que los anales de la historia les cobrará a sus dirigentes. Los niños no reciben las vitaminas provenientes de una buena alimentación, sus cerebros no se desarrollan y la Organización Mundial de la Salud ya tiene reportes de que la mayoría de la generación que está creciendo, ya tiene problemas de desarrollo cerebral irreparables, y eso solo significa que la nueva generación que tendrá la responsabilidad de reconstruir al país, ya tiene problemas considerables en su capacidad mental. La crisis económica generalizada toco fondo hace rato.

Anteriormente, Venezuela todo lo importaba. Visitar los almacenes antes del socialismo del siglo XXI era de la talla de cualquier país europeo, caminar por un centro comercial nos trasladaba a Miami, contaba con las mejores marcas en todos los anaqueles, todos los productos que el dinero podía comprar estaban allí, las divisas por petróleo y minería hacían que los ingresos promedio de los venezolanos fueran los más altos de suramérica y, con una moneda fuerte se daban el lujo de pasear por todos lados y mirar con desprecio actividades como la agricultura y la ganadería. Esta es la historia de un país que nunca tuvo independencia alimenticia, tres millones de barriles diarios de producción de petróleo eran suficientes y con las mayores reservas del mundo comprobadas. Los planes de expansión eran reales y factibles, y se tenía programado que para el año 2020 se exportarán casi 7 millones de barriles diarios del fluido. Pero con el paso del tiempo y la desidia, se acabó la industria, se acabaron los emprendedores, se terminaron las ilusiones y con todo ello llegó el desempleo. Para sobrevivir se tenía que acudir a los regalos del gobierno, a los subsidios, a las cajas miserables con poca comida llamadas claps. Todo tomo el tono de gris a oscuro, se acabaron las medicinas, se acabaron las vacunas y llegaron las enfermedades que en los países desarrollados tienen erradicadas y que aquí se vuelven a sufrir. No hay ni elementos de aseo femenino, y tampoco condones, pero sí enfermedades de transmisión sexual, sida, clamidia gonorrea y también hay una explosión de embarazos no deseados y más y más pobres, más y más personas sin esperanza y, más y más hambre.

Lo peor del socialismo no es la falta de oportunidades, no es la uniformidad, no es la ideología, lo peor es que las personas dentro de un régimen socialista o comunista dejan de soñar, se pierde la razón de vivir, y pasan a ser entes que solo buscan satisfacer las necesidades básicas que son comer y dormir. Dormir para luego comer, pero entre Chávez y Maduro ya les quitaron la comida.

Para comprender el problema de la inflación en Venezuela, solo basta con mirar un pequeño pan que se compra en la tienda de la esquina por $ 200 en Colombia. En 1998 antes de Chávez ese pan costaba 1 Bolívar, luego se cambió la moneda por Bolívar Fuerte, el cual 1.000 bolívares era 1 bolívar fuerte, luego la moneda volvió a cambiar por Bolívar Soberano, el cual 100.000 bolívares fuertes era 1 Bolívar Soberano. Hoy ese pan cuesta 5 bolívares soberanos, o sea que lo que hace 20 años se compraba con 1 bolívar hoy cuesta 500.000.000 de bolívares. Lo peor es, que aún teniendo el dinero, ya no hay donde comprarlo.
El régimen de Maduro se robó a la vista de todos las elecciones presidenciales y por fin la comunidad internacional reaccionó, solo respetaron la elección como presidente de Nicolás Maduro Moros hasta el 9 de enero de 2019, a sabiendas deque hace 6 años también le robó las elecciones al opositor Enrique Capriles. En ese entonces el mundo prefirió mirar para otro lado permitiendo que se perpetuara con la dictadura socialista.
El desastre económico llevó al país a una hambruna generalizada y, como Venezuela no tenía independencia alimentaria, todo se importaba pero sin dinero. Hoy nadie le quiere vender. De los tres millones de barriles diarios que producía el país para sostener las compras en el exterior y de la proyección para el 2020 de siete millones, por falta de mantenimiento y por pésima administración solo producen hoy 1,2 millones de barriles, casi la misma producción de Colombia. Todos estos hechos han llevado a Maduro a buscar oxigeno en los países rivales de los Estados Unidos: Rusia y China, empeñando el petróleo con futuros. Así que de los 1,2 millones de barriles diarios, 500.000 barriles son para pagar las deudas que tiene con Rusia y China, solo le quedan 700.000 barriles para solventar la crisis. Solo un país se los puede comprar y hasta la fecha lo ha hecho, le paga de contado y Venezuela y su dictadura vive de esas pocas divisas, ese país es Los Estados Unidos de América. Todo el día critican al imperio, denigran de sus actividades y sin ellos se acaban todos los recursos con los cuales cuentan.

El 23 de enero, día muy importante para los venezolanos por haber terminado una dictadura en el año 1949, salen a las calles. El régimen les quitó todo, hasta el miedo, por eso marcharon sin más esperanzas, sin más futuro, se jugaron el todo por el todo para no morir lentamente en el olvido de la historia. La comunidad internacional dio un espaldarazo y declararon ilegítimo el gobierno de Maduro y le dieron el respaldo al presidente de la Asamblea Nacional, desencadenando los países que declaran a Juan Guaidó presidente legitimo de Venezuela. Con ello, Nicolás Maduro pierde el control internacional de los activos, como por ejemplo, las empresas de petroleo por fuera del país, las reservas internacionales, el manejo del oro en el banco de Londres, y toda actividad comercial en la bolsa de valores. Solo el presidente legitimo del país puede proceder como jefe del Estado, no es más Maduro. Pero, ¿quien combate el hambre?, sin las divisas dadas por los EE.UU. se acaban completamente las importaciones y, sin producir, la situación se pondrá irresistible.

No olvidemos pasados episodios. Chávez paranoico por un golpe de Estado, armó a la población con fusiles y se daba como gran noticia por los canales locales la entrega de armas, al unísono decían que eran para defender la patria. Hoy la Patria tiene hambre y tiene las armas, pero Maduro tiene al ejercito corrupto producto de la compra de los generales que por años utilizó Chávez para su lealtad, ¿pero qué harán los soldados rasos?, ¿qué harán los cabos? ¿qué harán los Capitanes?, ellos no tienen poder de mando y no tienen los lasos corruptos de los Coroneles y los Generales, pero gracias a pertenecer a la institución castrense, son de los pocos que reciben comida del régimen, así que una insurrección significa hambre para sus familias. Qué les pesará más, ¿su responsabilidad de proteger al desvalido, o el hambre en sus casas?. Los dictadores no salen por recomendaciones ni por la presión internacional, la sociedad civil está feliz por el accionar de los otros países que declararon a Maduro como usurpador, ¿pero acaso Cuba no recibió el mismo trato?. Ahí lo vemos, lleva más de 60 años de dictadura. ¿Los Kim no recibieron el bloqueo por la guerra de las coreas, y llevan 3 generaciones de dictadores?. Los ejemplos continúan con Irán, Siria, etc., y siguen las dictaduras atornilladas a su poder.

Si a Maduro no le da por sacar por la fuerza a los miembros diplomáticos de los EEUU, se quedará en el poder y solo les queda a los venezolanos una guerra civil, muerte y sangre, la danza del poder de las armas, guerra de guerrillas en las ciudades, la muerte rondando por todo el país, cada vez más y más desesperación y más y más cruel la represión. Maduro y su combo refugiados en Miraflores sabiendo que solo les espera la Corte Penal Internacional y morir en una celda en caso de perder en las calles. Cuando la gente pierde la razón de vivir, pierde las esperanzas, puede darse uno de dos caminos, luchar hasta morir por una nueva vida, o resignarse y aprender a vivir hasta el fin de sus días de esa manera. Los Cubanos ya aprendieron y por eso no se levantan más contra la dictadura de los Castro. Miles de muertos, miles de presos políticos y unos militares corruptos les enseñaron que no tienen esperanza, ¿será que aquí con nuestro vecino pasará lo mismo?.

Ante tan oscuro panorama, Colombia es el principal afectado por cualquier rumbo que se tome en Venezuela, para bien o para mal, para proyectar el país o para empujarlo al abismo, pero ese es un tema que se abordará a fondo próximamente.

Quiero equivocarme, pero la guerra civil en Venezuela está más cerca de lo que todos queremos, todo por una mala elección al acudir a las urnas.

Carlos Andrés Echavarría Blandón es Ingeniero Civil de la Universidad Nacional, Especialista en Gestión Empresarial de la Universidad Santo Tomás, Creador de empresas y líder en emprendimiento con amplio reconocimiento público y privado en razón de sus Asesorías e interventorias.

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La Calle Lo Dice con el critico ingeniero Carlos Andrés Echavarría, analiza los peores días de la crisis venezolana. Imagen Human Rights in Latin America