GRANDES HUELLAS QUE CAMBIARON EL MUNDO
13 marzo, 2019
Escuela del Buen Vecino EBV es civilidad
27 marzo, 2019
FOROCHAT MUSIC Con Flora Vidales
[email protected]
Con mi compañero de crónicas del espacio radial "Ritmo Loko", de la cadena Rivadavía, acudí al tan anunciado concierto. Jamás me alcance a imaginar que esta banda colombiana me seduciría tanto como en su momento lo lograra la irreverente aterciopelados.

Ya era la tercera vuelta por el Gran Rex; el lleno total y la gritería de los pibes siempre acompañando a Morat. Muy pronto me notificaron con la debida contundencia y claridad, que Morat ya son parte del corazón y del alma de nuestra sociedad porteña.

Para esta oportunidad, no importó el aire gélido propio de este invierno feroz, Morat fue capaz de llegarnos, y de que manera. Queda más que certificado, todo lo colombiano sabe delicioso, se siente vital y se escucha celestial, porque sin importar que sea una banda bogotana, hace ratico que todo lo que viene de ese exuberante y exótico trópico nos sabe a vallenato, a Vives, y en particular, a Fonseca y a Bacilos. Su toque es entre viento sinfónico a partir de lo que armónicamente hace cada uno. Juan Pablo Isaza representa la rebeldía latina con su guitarra y voz también aterciopelada, mientras Juan Pablo Villamil nos regala profundidad con su voz acentuada en bolero. Simón Vargas retumba con su bajo, mientras se encuentran en esos coros inocentes, que hace rato no escuchábamos desde la era de las grandes bandas latinas de los 90. Martín Vargas le aporta ese no se que tan colombianista, que hace que su percusión nos lleve a ese viaje por el Caribe indómito de Bacilos.

Las letras de Morat en todo caso, son frescas autenticas y sencillas; es una banda bien "rola" como dicen los manitos. Quienes se habitúan a llegar a cada presentación, no ahorran comentario en orden a exclamar, que ya era hora de recoger esa nostalgia y epopeya del romanticismo de la Shakira, pero aquella de la antología de pies descalzos, así como el rememorar de la nota sub romántica ya olvidada por por el legendario Juanes.

El audaz y creativo pop latino de los bogotanos Morat, ya es mítica en todo el mundo. Y si bien es cierto, nos recuerda a cada momento algo de lo subliminal de Soda Estereo, en Europa se metieron de cuerpo entero en la fibra de la gente desde su ingreso por España, donde han subido tan alto como la espuma, y es la espuma que no baja. Desde allí hacia el centro de Europa, los críticos señalan que no son prodigiosos, que son unos dioses. Para muchos de ellos, es la influencia más renovada de Joaquin Sabina y de Eric Clapton, mientras para los mexicanos son la reedición innovada de Molotov y fabulosos Cadillacs.

Desde que conquistaron México en el 2015 con "mi nuevo vicio", todo para ello ha sido éxito. Ahora en la generación milenaria de Francia e Italia el aire huele a Morat con los éxitos consolidados tan populares y sin traducción: "cuánto me dueles", y "como te atreves".

La música colombiana es como su literatura, plagada de realismo mágico y de anécdotas increíbles. La banda Morat lleva su nombre de una hacienda en las afueras de la capital colombiana, era allí donde se juntaban al unisono para ensayar. Ese lugar de ensayo con reconocimiento mundial es de propiedad de la familia de Alejandro Posada, el mismo que abandonó la banda desde 2016 para dedicarse a su profesión de arquitecto. Mientras tanto de sur a norte, todos clamamos para que siga Morat; para bien de los pibes, para felicidad del corazón y para la salvación de nuestra alma. Flora Vidales para Forochat Music.

Forochat Music, es un espacio abierto a librepensadores. Aquí nuestros distinguidos columnistas invitados son responsables de sus opiniones, lo que significa que sus posiciones no comprometen en nada la linea Editorial oficial del portal de opinión global vecinal forochat.com.co

Forochat Music, regresa desde Buenos Aires con nuestra colaboradora Flora Vidales y su post sobre la exitosa banda Morat. Imagen Wikipedia.