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22 octubre, 2021

Javier Henao Hidrón, jurista integro e inagotable escritor

Editor: Jaider Monsalve A. Valinor-19
Escuela del Buen Vecino EBV
[email protected]

Transcribimos de la pagina oficial de la Universidad de Antioquia, una excepcional e inolvidable pieza literaria del recientemente desaparecido, doctor Javier Henao Hidrón. El reconocido jurista y autentico escritor, se graduó de abogado del Alma Mater, Exmagistrado del Consejo de Estado, y nos deja un sinnúmero de obras jurídicas, sobre historia política, documentadas biografías, y la marca indeleble en la memoria de sus estudiantes de todo un maestro en la enseñanza del derecho.

Biografía de un hombre bueno

"...Cuando “el gran doctor blanco”, como lo llamaban los negros africanos, falleció en 1965 a la edad de noventa años, los habitantes de la ahora independiente República Gabonesa y el mundo civilizado, rindieron homenaje a uno de los hombres más representativos del siglo XX."

Reconfortante resultó en mi juventud la lectura del libro “Albert Schweitzer. Biografía de un hombre bueno”, en el que se narraba la vida y realizaciones del humanista que fue, primero, filósofo, teólogo y músico, después médico que decidió ejercer esta nueva profesión entre población negra africana y, finalmente, Premio Nobel de la Paz.

De nacionalidad franco-germana, Schweitzer era hijo de un pastor protestante alemán. Nació en 1875 en Alsacia, por entonces parte del Imperio Germano y, desde 1918, reintegrada a Francia. Estudió en las universidades de Estrasburgo, Berlín y París, obteniendo el doctorado en filosofía (1899) y la licenciatura en teología (1900), conocimientos que lo llevaron a escribir un libro tan interesante como controvertido, “La búsqueda del Jesús histórico”.

Pero se hizo conocer especialmente como músico, habiendo realizado giras por varios países europeos como concertista de órgano; era además pianista y demostró predilección por Bach, sobre el cual escribió la biografía titulada “J. S. Bach, el músico poeta”.

A la edad de treinta años (1905), después de asistir en París a misa dominical, llevó a su casa una hojita parroquial por la cual se informó de la degradante situación, a causa de pobreza y enfermedades, de la población negra en Gabón, por entonces uno de los cuatro territorios del África Ecuatorial Francesa. “Tengo que ayudarlos –se dijo a sí mismo-, pero para ello necesito hacerme médico”. Conmovido e iluminado, tomó la decisión de dejar sus actividades habituales y empezar a estudiar medicina. Siete años después era médico cirujano, con especialización en enfermedades tropicales.

En 1913, provisto de sus ahorros y de algunas donaciones voluntarias, en compañía de su esposa Helene –enfermera de profesión- viajó a Gabón y en el pueblo de Lambaréné construyó, con ayuda de los nativos, su propio Hospital (después llamado Hospital Albert Schweitzer) al que dedicó el resto de su vida –con excepción de algunos años en los que, con motivo de la Primera Guerra Mundial y por ser ciudadano alemán, fue confinado a campo de prisión en Francia-.

En Lambaréné vivió como médico misionero durante un poco más de cuarenta años y atendió gratuitamente a la población negra enferma y de escasos recursos económicos (los pudientes sí debían pagar por los servicios médicos recibidos). Cuando obtuvo el Premio Nobel de la Paz de 1952, invirtió el dinero del galardón en ampliar y mejorar la estructura del hospital y modernizar su dotación.

En escritos y conferencias divulgó su idea de la Reverencia por la vida, donde expresa la necesidad del respeto por toda manifestación de la vida, ya sea en el reino animal, en el vegetal o en el mineral. Su humanismo es consideración por la existencia y por la felicidad de cada uno de los seres humanos. Y pregona esta orientación: “Todos los que estamos en favor de los animales, dejemos totalmente el consumo de carne; y también hablemos en contra de él”.

Cuando “el gran doctor blanco”, como lo llamaban los negros africanos, falleció en 1965 a la edad de noventa años, los habitantes de la ahora independiente República Gabonesa y el mundo civilizado, rindieron homenaje a uno de los hombres más representativos del siglo XX.

Escuela del Buen Vecino EBV, es una ventana abierta a los libre pensadores. Los escritos memorables y aportes con libertad y responsabilidad, tienen este espacio de difusión, escritos que recibimos en [email protected]

Escuela del Buen Vecino EBV, recuerda al humanista, al jurista excepcional, al colombiano integral, al profundo maestro, al doctor Javier Henao Hidrón en esta nota literaria. Imagen cortesía Twitter