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Una carta por Petro

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"¡Despertad entonces pueblo! lo que se cierne ahora para todo un país lacerado, sufrido y desesperado, es un nuevo capítulo orientado a cerrarle de un portazo a Gustavo Petro la puerta que empuja un pueblo anhelante de vida digna, aquel que rodea al líder con la misión histórica de resolver la deuda social de dos siglos, el líder que tramite de fondo el aplazado memorial de agravios, ese que recoge no postulados ideológicos trasnochados, sino las urgentes necesidades de un pueblo invisibilizado y precario, misión que Petro ha rotulado bajo la égida del denominado Acuerdo Nacional."

Una carta por Petro
Por: Oscar Julián Carvajal Piedrahita

Según datos de la internet, el día 19 de abril de 1960, en Ciénaga, un pueblito del departamento de Córdoba, nació un niño que sus padres bautizaron luego como Gustavo Francisco, hasta ahí, hablamos de historias comunes como la suya o la mía, la de los nadies y las nadias de este país, que es casi toda la nación, claro, excepto diez, veinte, treinta, no llegan a cien familias que puedan salirse del costal de los sin importancia, porque somos los mismos, con la misma historia sencilla que a ningún productor de cine interesaría en razón de nuestra condición de personas comunes con historias comunes.

La humanidad, contadas excepciones, se sorprende al ver casos de seres rebeldes, inteligentes y decididos a salirse del montón de la miseria, la discriminación, el abandono y hasta la condena entre rejas si nos atrevemos a sacra la cabeza para ser protagonistas, caso documentado es el de Nelson Mandela, aunque la decisión genérica es la más fácil: resignarnos a pasar por este mundo sin ton ni son.

Una de esas vidas que negó ser encasillado en el baúl de los sin futuro es la de Gustavo Francisco, el hombre que venido del país inexistente, ahora pone a Colombia a mirarse en el empañado espejo de su crisis, en su sin salida, al tiempo que se ha constituido en protagonista épico de la oportunidad histórica del pacto contra la ignominia, el olvido, el inexorable veredicto a nunca ser, a vivir condenados otros cien años de soledad sobre la tierra como dice Gabo en su obra inmortal.

Gustavo Francisco, nombre tan popular como el de la esquina del barrio, el la fábrica que apenas sobrevive, el sin pensiones, el desempleado que solo se consuela viendo pasar los días y las noches, es el líder excepcional que se apellida Petro Urrego, el que desde temprana edad vivió en Zipaquirá, Cundinamarca, y en esta ciudad ocupó diversos cargos públicos abriéndose camino con su ingenio y talento. Aquel que ha tenido la grandeza de concientizarse de asumir su papel de luchador contra la injusticia social, el que abandonó su disfrute juvenil para militar sin miedo en el Movimiento 19 de abril (M-19), una guerrilla urbana partícipe del conflicto armado interno de Colombia entre 1974 y 1990.

Luego de su intransigencia en la lucha, con sus compañeros apostó por la opción democrática para buscar el cambio, la transformación, la equidad y la justicia social. Por eso depusieron las armas en 1990 para constituirse en el partido político Alianza Democrática M-19, la segunda fuerza política más importante en la Asamblea Constituyente de 1991, al tiempo que veía caer desmovilizados románticos y soñadores de una nueva Colombia. No se amilanó, siguió perseverando hasta hacerse elegir representante a la cámara, para luego actuar con los liberales y conservadores en la construcción de una nueva carta de derechos y garantías sociales en 1991.

La inmensa dimensión de este político luchador de gran popularidad mundial, tiene que ver con su capacidad de estudiar los problemas colombianos desde su brillante profesión en ciencias económicas, su capacidad de escucha y dialogo por los territorios hombro a hombro con el pueblo soberano. Esa Colombia Humana de Petro, la del 2018 que lo aproximó a regir los destinos del país, oportunidad hoy fortalecida gracias a fuerzas progresistas que han sellado un Pacto Histórico para atajar el país al borde del precipicio, con la misión de liberar el país secuestrado por el hambre, la indolencia reflejada en cada rostro de calle, de vereda y de plaza pública donde la desesperanza se viene traduciendo en la fe petrista que con fervor clama por otro país, el país nacional que pregonaba Gaitán.

Nada ha sido fácil para Gustavo Francisco, el camino pedregoso ya le ha notificado lo que puede hacer - no el rival -, sino el enemigo al acecho, los que avanzan por la vía oscura y torticera para impedirle la oportunidad de gobernar, como ocurrió con el mandato popular en la capital del país, donde la justicia foránea salió en su defensa desde la Corte IDH en el 2013 para ordenar su restitución en el cargo impidiendo el actuar ilegal que desconoce la voluntad popular.

¡Despertad entonces pueblo! lo que se cierne ahora para todo un país lacerado, sufrido y desesperado, es un nuevo capítulo orientado a cerrarle de un portazo a Gustavo Petro la puerta que empuja un pueblo anhelante de vida digna, aquel que rodea al líder con la misión histórica de resolver la deuda social de dos siglos, el líder que tramite de fondo el aplazado memorial de agravios, ese que recoge no postulados ideológicos trasnochados, sino las urgentes necesidades de un pueblo invisibilizado y precario, misión que Petro ha rotulado bajo la égida del denominado Acuerdo Nacional.

Estamos a pocos días para cambiar la historia, para refrendar el mandato en las urnas con casi 9 millones de voluntades. Yo me sumo, tú te sumas para adherir tu familia, tu barrio, tu vereda; la acción irredenta deberá llegar con urgencia a la fábrica, la universidad y las redes sociales. Tened en tu mente siempre presente: Uno de los nuestros lleva orgulloso y decidido sobre sus hombros el mandato épico del CAMBIO, ¡se puede!

La Calle Lo Dice es la sección de los libres pensadores; en esta oportunidad para registrar las posturas en torno a los dos aspirantes a la presidencia de Colombia desde la perspectiva de los perfiles y propuestas con la debida argumentación. Los escritos aquí publicados, son de exclusiva responsabilidad de sus autores, lo que significa que no compromete la independencia y ética periodística del portal universitario forochat.com.co

De las misivas recibidas en torno al fervor de la campaña presidencial en Colombia, nuestra sección la Calle Lo Dice selecciona a Óscar Julián Carvajal Piedrahita y sus puntos de vista como elector. Imagen cortesía El Universal