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Como si se tratara de emular a León Tolstoi en su mítico cuento: Cuanta tierra necesita un hombre, Chow Yun Fat, el más famoso actor asiático del cine después de Bruce Lee, y, Jackie Chan; ha anunciado a sus 63 años, que donará su abultada fortuna acumulada durante cuatro décadas a una misión de caridad en el mundo.

Chow Yun, con 714 millones de dolares a cuesta, no olvida su origen humilde. Este hijo de una aseadora y un obrero de empresa petrolera, vive alejado de las excentricidades, la soberbia, las poses de arrogancia, y la vanidad materialista tan propia de las estrellas mundiales del cine, el deporte, la música y la televisión, a los que nunca los llena nada. Chow Yun, por el contrario, disfruta a plenitud la vida con un presupuesto mensual de 90 euros que le alcanza para ser un hombre feliz.

Muy pocos podrán creer esta historia tan inundada de humanismo y principios de vida integral. Cómo creer que la estrella mundial de cintas:Tigre y dragón o la escuela Piratas del Caribe, sea todo un ejemplo de ser humano tan absolutamente lejano a sus papeles de asesino o villano grabado en la retina de sus fans en las pantallas del mundo.

Al inició de esta breve historia mencione el universal cuento de Tolstoi: Cuanta tierra necesita un hombre, y encaja como anillo que viene al dedo, porque precisamente las celebridades en la historia sacrifican su integridad mental, convierten en un sainete su familia, se erigen en monstruos del consumismo y la extravagancia a cada paso que dan, y finalmente son seres humanos como cualquiera de los mortales. Viven todo el tiempo para lograr forrarse de oro, pero no encuentran sosiego, son desgraciados. Su vida pasa tan rápido como una serie en la pantalla, como una cinta en la sala de cine. Solo queda el recuerdo de un poderoso con pies sumergidos en el barro, que rápidamente borra el inexorable tiempo. Precisamente es lo que nos recuerda Tolstoi con su cuento. En su cruel y frió relato que atrapa a todo el que se asome a él, relata de manera alucinante, como un hombre triunfo sembrando la tierra. Cada vez quiso más y más tierra hasta sacrificar incluso su familia, su paz interior, su felicidad. Llegó incluso a pactar con el diablo y, este lo condujo al punto más demencial: le mostró tierras que se perdían en el infinito. Atravesó entonces fronteras y enormes extensiones sin importar la fatiga ni la inclemencia del sol, logró mucha tierra, pero cayó muerto vomitando sangre justo al llegar a la meta. Finalmente, solo necesito casi dos metros de tierra para ser enterrado.

Felicidad de la buena produce saber que la estrella del cine Chown Yun Fat, tiene suficientemente claro cuanta tierra necesita el hombre. Flora Vidales desde Buenos Aires para forochat.

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Escenario forochat, con nuestra colaboradora desde Buenos Aires Flora Vidales, y la semblanza de un famoso grande: Chow Yun. Imagen Wikipedia.