CATALUÑA: ¡VIENTOS DE INDEPENDENCIA!

Como Eurófilo e Hispanófilo que soy, estoy en contra de cualquier intento de Cataluña por separarse de España, lo mismo que de cualquier otra provincia o Comunidad Autónoma española como País Vasco y Navarra o Galicia. La Unión Europea nació justamente para superar los Nacionalismos, incluidos los de condición fragmentaria. Por ello lamentó tanto los resultados del referéndum del pasado domingo 1° de octubre,, tanto como el yerro del Gobierno presidido por Mariano Rajoy respondiendo con una represión excesiva sobre los catalanes partidarios separatismo. Creo, además, que España debe adoptar reformas que mejoren el actual sistema autonómico, que sin duda ha entrado hace tiempo en crisis, de suerte que quizás se debería establecer un Sistema Federalista, en el que cada Estado cuente con su propia Constitución, entre otros derechos.

España constituye uno de los Estados Europeos con mayor diversidad étnica y lingüística, al lado de Estados como Francia (donde existen pueblos como el Vasco, y el Bretón), Italia (donde el Norte cuenta con la intención separatista de la Liga Lombarda), Holanda y Reino Unido (donde existen Galeses, Irlandeses y Escoceses).

Buena parte del territorio que hoy conforma la Región Autónoma de Cataluña en España, gozó de soberanía política en varios momentos. El primero de ellos fue en el siglo X, cuando tras el Imperio carolingio, se erigió el Condado de Barcelona. Posteriormente, en el siglo XII, se unieron dinásticamente el Reino de Aragón y el Condado de Barcelona.

Bajo el Régimen Republicano que se impuso en 1931, Cataluña consiguió la aprobación de un Estatuto de Autonomía en 1932, pero la Segunda República fue capturada por Anarquistas y Comunistas (los más sanguinarios al servicio del propio genocida Stalin), que sembraron de violencia y muerte buena parte de España, e instaurando una tremenda persecución religiosa, lo que propició el Golpe de Estado de 1936. El Régimen Franquista que gobernó en España entre 1939 y 1975, despojó a Cataluña de sus derechos políticos históricos, tal cual procedió también respecto de los Vascos, llegando al extremo de prohibir el idioma catalán y también el Vasco o Eusquera (que es un idioma único en Europa), y así como soy hispanófilo y eurófilo, también soy vascófilo, pues en Antioquia tenemos unas profundas raíces vascas, donde son comunes, especialmente en el oriente del departamento, apellidos como Zuluaga, y en el suroeste, apellidos como Uribe; el segundo apellido de mi padre es Urquijo, y el segundo apellido de mi madre es Olarte.

La Transición Democrática que tuvo éxito en España tras la muerte del Dictador Francisco Franco Bahamonde, significó que Cataluña consiguiera la aprobación de un Estatuto de Autonomía en 1979.

Aunque los Catalanes partidarios de una separación de Cataluña respecto de España, también es cierto que muchos Catalanes se sienten Españoles. Por otro lado, la severa crisis política que ha conllevado el proceso separatista catalán, ha sido en buena medida desencadena por partidos políticos populistas, tanto de izquierda como de derecha. Cabe resaltar, que uno de los partidos favorables a la estrategia separatista catalana lo constituye el peligrosamente populista e infantilizquierdista de Podemos, liderado por Pablo Iglesias, y que debería ser prohibido por ser favorable a la Norcodictadura Venezolana, y como Podemos, también Populista, y de la cual ha conseguido financiamiento. Éste es uno más de esas situaciones donde la arbitrariedad se abre camino gracias a las debilidades de la Democracia, tal cual se hizo Adolfo Hitler con el poder en Alemania en 1933, o tal cual Nicolás Maduro Moros se hizo Canciller y años después Presidente, no obstante ser un Peligroso Comunista Maoísta formado en Cuba.

Se debe tener presente que el separatismo catalán se inscribe dentro de la crisis y amenaza que viene viviendo la Unión Europea, la cual, precisamente, nació en contra de los Nacionalismos de los Estados Europeos, y de los Nacionalismos Fragmentarios como el Catalán o el de la Liga Lombarda en Italia.

Tal parece que la represión ciertamente excesiva, emprendida por el Gobierno Español liderado por el Presidente Mariano Rajoy (quien gobierna en nombre del Partido Popular, supuestamente de derecha), el pasado domingo 1° de octubre sobre los partidarios del separatismo, a través de la Guardia Civil, puede llegar a tener efectos contrarios a los buscados por el Gobierno de Rajoy, a lo que hay que sumar el hecho de que el Partido Socialista Obrero Español se negó a respaldar al Gobierno respecto de la crisis catalana, no obstante formar parte del Bloque Constitucionalista, en favor de la Unidad Política y territorial de España, con el Partido Popular y con la cuarta fuerza política española representada por el partido Ciudadanos, liderado por el excelente político, y además catalán, Albert Rivera. Esa falta de apoyo del PSOE al actual gobierno del PP, representa una invaluable favorabilidad para los separatistas catalanes.

Ante la crítica situación catalana, el partido Ciudadanos, liderado por Albert Rivera, ha propuesto la aplicación inmediata del artículo 155 de la Constitución Española, cuyo texto dispone:

Artículo 155: 1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas.

Pero tal aplicación corre el peligroso riesgo de resultar, a estas alturas, plenamente tardía. Y es que el gobierno presidido por Mariano Rajoy se confió excesivamente en el control judicial del Tribunal Constitucional, como si la crisis catalana fuera una cuestión exclusivamente judicial y no una situación y un problema fundamentalmente político, que reclamaba, con total premura, pero con toda la serenidad requerida por un tema tan delicado y que comporta no pocos intereses legítimos e ilegítimos, lo mismo que pasiones y sentimientos políticos, ideológicos y culturales. A Rajoy, pues, le falto una estrategia efectiva y eficaz, le faltó llevar la delantera, esa que sí han tenido los separatistas catalanes, no sólo cumpliendo efectivamente cada paso anunciado, sino proyectando un futuro cierto, cuyo final será la inminente Declaración Unilateral de la Independencia. En concreto, creo que a Rajoy le faltó entender que los problemas constitucionales y políticos son en buena medida problemas de Ingeniería Constitucional, tal cual lo explicó el brillante Periodista, politólogo, escritor, sociólogo y profesor universitario Giovanni Sartori, nacido en Italia en 1924, y fallecido el pasado 4 de abril del presente año.

Finalmente, mi Hispanofilia (cabe resaltar que Colombia es el país más hispanófilo de Hispanoamérica, según el agudísimo madrileño y Doctor en Historia por la Universidad de Oxford, Charles Powell, nacido en 1960) y mi Eurofilia se recienten profundamente, pues creo que tanto España como la Unión Europea, cuna de la Civilización Occidental y de la Cultura Democrática, salen perdiendo hasta ahora con los avances del separatismo catalán, pudiéndose producir un efecto dominó, no sólo en Europa, conformada por tantos pueblos, etnias y comunidades lingüísticas y religiosas, sino incluso hacia otros continentes. Y hasta mi amigo personal, el doctor Ricardo Zuluaga Gil, de ascendencia Vasca, es partidario de la Soberanía de Antioquia, esa que tuvo desde 1863, hasta que el régimen de la Regeneración, establecido por el presidente Rafael Núñez en 1885-1886, estableció el ciertamente asfixiante Centralismo de Bogotá, que hasta hoy rige al territorio colombiano. Dominik De Maria

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