Aporte del Nacional al pensamiento mundial
18 mayo, 2020
¿Para qué la Oración del Buen Vecino?
23 mayo, 2020

Hablemos de derechos: El Habeas Data financiero

Con esta pequeña regla podemos observar que las entidades financieras no pueden de manera indefinida afectar el historial crediticio de un ciudadano, este tiene un límite el cual por disposición jurisprudencial es de cuatro (4) años máximo. Por lo que, si en su caso presenta una extemporaneidad en dicho término podrá recurrir y hacer ejercicio de protección de su derecho de habeas data en primer lugar dirigiendo una petición ante la entidad financiera que le genera este reporte negativo y en caso que esta insista que no hay lugar a eliminarlo, una solicitud dirigida a la Superintendencia Financiera de Colombia, la cual tiene competencia para conocer de estas situaciones en las cuales se evidencie una presunta vulneración del habeas data financiero de algún ciudadano.

JUAN DIEGO BARRERA ARIAS
Abogado Universidad de Antioquia
Barrera Arias Abogados & Asesores
[email protected]

Retomando el tema de los derechos, como obligación ciudadana y constitucional, según el Artículo 41° de la Constitución Política de 1991; hoy quiero hacer una pequeña acotación sobre, más que un derecho, sobre la vulneración del mismo, y es sobre el derecho de habeas data, más precisamente en su investidura de habeas data financiero.

El sistema económico colombiano está principalmente cimentado en el sistema financiero, por tanto, es el sistema financiero el depositario de un gran poder (no sólo económico), y con la capacidad de actuación arbitraria al momento de velar por los intereses de sus consumidores financieros, y es que, si bien la lectura “ingenua” es que los bancos y entidades financieras depositan su “confianza” en sus consumidores al momento de un préstamo, el consumidor al tiempo confía su historial, nombre y un cúmulo de información en estas entidades para el manejo de su habeas data o historial crediticio. Y es que no puedo pasar desapercibido la confianza que estas entidades depositan en sus clientes; y ahora en tiempo de pandemia ha sido mucho más evidente tal situación, y es que la confianza depositada no es la surgida del principio jurídico y comercial de la buena fe, sino por el sencillo razonamiento de que sólo se presta a quien tiene, al que hipoteca, al que otorga prenda, al que garantiza, al que asegura, al que de manera previa al préstamo puede demostrar que paga, con su patrimonio y solidez cuando carezca de liquidez; pero posteriormente para no desviarnos del tema, esta situación de los bancos la trataremos en otra oportunidad.
Como les comentaba y retornando al tema que nos abriga, el derecho de habeas data, es un derecho constitucional fundamental, contenido en el Artículo 15° de nuestra carta de derechos; y en el ámbito financiero, está no solamente conformado por la consignación de información en las fuentes de información (entidades financieras) sino además por el reporte que se realiza a los operadores de información, comúnmente conocidos como: CIFIN ahora Transunión y Datacrédito. Este derecho por gran parte de los ciudadanos es desconocido, debido a que desde su misma denominación: habeas data; no es de sonoridad española autóctona; y desde allí puede comenzar su vulneración, dado que no se puede defender lo que se desconoce. Habeas data es una palabra de origen latino y tiene un significado de: tener datos presentes e información; de allí entendiendo la envergadura en nuestro sistema de derechos; por lo que toda la información brindada por un ciudadano a cualquier entidad financiera, lo convierte en un titular de este derecho y por tanto al ejercicio de sus garantías y mecanismos de defensa cuando considere su vulneración y afectación.

Es notorio, que cotejando la vigencia de la actual Constitución, con la reglamentación estatutaria de este derecho, puede evidenciarse la carencia de Congreso para proteger los derechos de los colombianos; pues si desde 1991 el habeas data es un derecho constitucional, sólo hasta el año 2008 se profirió la Ley 1266 que protege, garantiza y regula su ejercicio, es decir, 15 años luego de la vigencia de nuestra constitución tenemos una garantía real de protección de este derecho; lo que ahondó su vulneración por muchos años y que aun así luego de proferida ley, se continua evidenciando. Esta situación, es crucial para entender el desconocimiento de tal derecho, muchas personas consideran que los bancos son los depositarios y determinan el uso de su información dado que miran dicha situación como contraprestación al vínculo comercial que los une, los préstamos como objeto principal de los bancos con los ciudadanos; así, se entiende por muchas personas que al ciudadano incumplir con los pagos, el banco hace ejercicio potestativo de utilizar la información del ciudadano para afectar su historial y que este ejercicio es válido por el no pago de sus obligaciones. Pero tal afirmación es incorrecta; la disposición y uso de la información crediticia si bien tiene unas cláusulas legales expresas en los contratos y documentos suscritos por los ciudadanos, su tratamiento y manejo tiene una regulación de ley, es decir, no depende del banco o entidad financiera de su determinación arbitraria para con un ciudadano, sino que toda actuación con respecto a dicha información se encuentra estrictamente reglada en la norma estatutaria que indica cómo, cuándo, términos y duración de cada anotación en los historiales de cada ciudadano; por lo que, a partir de ahora, debe entenderse que cada ciudadano está en la capacidad de reclamar su derecho de habeas data cuando este no ha sido tratado conforme a la disposiciones de ley.

Seguidamente debemos tener en cuenta que la citada ley, trajo consigo un cúmulo de garantizas y mecanismos para el ejercicio de protección del habeas data. Si bien, como lo mencionamos, la regulación fue tardía (15 años tardía), este ha sido una regulación generalmente acertada para la protección de los derechos de los ciudadanos y consumidores financieros. El ejercicio de actualizar, corregir, borrar, modificar y eliminar información personal depositada en terceros ha de permitir al ciudadano la preservación real de su información personal; al tiempo de impedir estos reportes infinitos e imperecederos que antes reposaban en un historial de algún ciudadano, vedándolo para siempre del mercado y peor aún, haciendo que recurra a otras modalidades de financiamiento más graves e informales.

Ahora todos los ciudadanos tenemos dos tipos de registros en las centrales de riesgo u operadores de información: reportes o registros positivos, que nunca desaparecen; y registros o reportes negativos, los cuales tienen un término de duración establecida, es decir, la norma puso cortapisas de tiempo para que, si bien alguien es reportado, pueda una vez pasado el término, recuperar su capacidad de acceder al mercado de productos financieros. Los datos negativos, tienen una duración establecida por la Corte Constitucional de la siguiente manera:

(…) “el dato negativo permanecerá en los bancos de datos por el tiempo que cada caso concreto lo amerite, si es una mora inferior a dos años el dato negativo no podrá exceder del doble de la mora y si la mora es mayor de dos años la permanencia será de cuatro (4) años contados a partir de la fecha en que se extinga la obligación por cualquier modo” (…).

Con esta pequeña regla podemos observar que las entidades financieras no pueden de manera indefinida afectar el historial crediticio de un ciudadano, este tiene un límite el cual por disposición jurisprudencial es de cuatro (4) años máximo. Por lo que, si en su caso presenta una extemporaneidad en dicho término podrá recurrir y hacer ejercicio de protección de su derecho de habeas data en primer lugar dirigiendo una petición ante la entidad financiera que le genera este reporte negativo y en caso que esta insista que no hay lugar a eliminarlo, una solicitud dirigida a la Superintendencia Financiera de Colombia, la cual tiene competencia para conocer de estas situaciones en las cuales se evidencie una presunta vulneración del habeas data financiero de algún ciudadano.

Este derecho de habeas data, permite a la ciudadanía tener mecanismos que propendan a que en realidad la información que reposa en las entidades financieras y reportadas ante las llamadas centrales de riesgo, sea una información real, verídica y evidenciable; hay discusiones sobre el término anteriormente expuesto, principalmente de 4 años; pero es claro que a ojos de la normatividad constitucional es un términos proporcional de penalidad frente a las finalidades que busca esta sanción en torno a las relaciones comerciales que cobija en particular.

Con este pequeño bosquejo sobre el habeas data financiero quiero invitarlos a que siempre ejerzan los derechos de los cuales somos titulares; el ejercicio de nuestros derechos es la herramienta que nos permite entender que tan consolidada esta nuestra democracia, dado que no hay democracia sin derechos; además que poco a poco y como tarea autodidacta aprendamos de nuestros derechos y deberes y así cada vez más cimentar una más profunda participación ciudadana.

Juan Diego Barrera Arias, es jurista de la reconocida firma Barrera Arias Abogados & Asesores. Abogado de la Universidad de Antioquia, es innovador pedagógico, como Director Canal Youtube, La Nota Jurídica. Hace parte del Grupo Consultor de la Escuela del Buen Vecino en la SAI.

Tema Forochat, es un espacio abierto a libre pensadores, y, a los integrantes del Grupo de Consultores que aportan desde la Escuela del Buen Vecino EBV a la construcción de Sociedad Civil. Los aportes de nuestros colaboradores tienen reserva de derechos de autor. Los escritos podrán ser enviadas a [email protected] del portal forochat.com.co

Nuestro connotado jurista de Escuela del Buen Vecino, doctor Juan Diego Barrera Arias nos trae otro Tema Forochat. Imagen cortesía eluniverso.co