A 29 años del Estatuto del Trabajo y sigue contando
1 junio, 2020
Unidos por hilos que se rompen
5 junio, 2020

Covid brasileño entre muertos y vivos

Preguntar por muchos que faltan en sociedad, se obtienen respuestas diversas de famílias con honda vergüenza, informan que su parentela está de viaje, dato de excusa a sabiendas de no haber turismo por tanta desolación. La historia de un conductor del Colegio Olavie Bilac testigo presencial sobre muertos en caños sin que sean recolectados, a ellos nadie se acerca, ni siquiera pájaros negros de carroña, que a lejana distancia solo observan con mirada viscosa, apagada, indiferente, penetrante y de muerte, estos si que prefieren la decisión de mejor ayunar.

CARTAS / [email protected]
Celso de Souza Amarelo
[email protected]

Aquí se volvió tradición las exequias no importa el tiempo de invierno o tiempo de verano. Es historia en mi barrio Ibirueba de San Torné donde ha causado mucha impresión el no volver a visualizar a los velhos amigos, creemos que algún día regresaran, esperanza que mantenemos viva con la explicación tan clara que a ninguno nos consta, que ellos se hayan ido con el covid-19.

Renata Ñao de Almeida, que siempre hacia de vendedora en esquina vieja, dijo sin siquiera sonrojarse que ahora la suerte la pone a realizar la atención sin compañía de nadie porque tuvo que enterrar a su padre, a su madre, y a la tía, ahora sin más posibilidad que mirar a futuro hasta conseguir como superarse y sobrevivir ella. Ella si lo dice, que lo malo de la peste es que no soluciona nada, solo deja mares de líos por donde ha de pasar.
La situación es del todo terrible, se escuchan diálogos en mi paraje Estancia da Gilvania, hay quienes osan afirmar que una plaga tan devastadora no tenia historia en estos lugares. Los que moran en Serranos Gemares causan en mi y en todos fatal terror al narrar sucesos cuando se trata de ayuda a sus familias, dicen terminar también ellos convertidos en victimas por tener que acercarse al cuerpo de los enfermos, todos ellos decadentes, que ni plegarias ha valido, hasta probar que tampoco ha servido ancestrales practicas que puedan aliviar la pena. En punto final, ha sido inútil soluciones, solo quedando mas que renunciar, abandonar a los enfermos a la suerte, a la cruel cercanía de morir, se dan por vencidos ante el daño fatal.

La amiga de todos Goreti Salles comparte versión de imposible socorro de alimentos casa a casa por sentirse fetidez, degradación, putrefacción en todo lugar, condición muy penetrante y de horrible miedo a contagio. Mucha ayuda movilizada que se ven a continuidad en obligación de dejarle en entre calle a tanto desesperanzado, la contaminación aire es grave, numerosos de ellos han fallecido y apestan. En jardines del frente es ocasional el uso por lo menos para sepultar uno de la misma familia.

Preguntar por muchos que faltan en sociedad, se obtienen respuestas diversas de famílias con honda vergüenza, informan que su parentela está de viaje, dato de excusa a sabiendas de no haber turismo por tanta desolación. La historia de un conductor del Colegio Olavie Bilac testigo presencial sobre muertos en caños sin que sean recolectados, a ellos nadie se acerca ni siquiera pájaros negros de carroña que a lejana distancia solo observan con mirada viscosa, apagada, indiferente, penetrante y de muerte, estos si que prefieren la decisión de mejor ayunar.

Seguimos con gran impresión por Bolsonaro que dijo ser esto la sencilla gripe, sin enterarse en su mundo de poder de la desgracia popular, casos abundan de muertos ocurridos por falta de cuidado, los muertos tanto ha sido viejos velhos como jóvenes abandonados por sospechas menores que empeoran hasta terminar sus vidas joviales.

Enfermeras narran la muerte por peste de numerosos a puertas de hospital esperando atención, se vuelven morados, los ataca la asfixia siendo abandonados de momento por parientes ante terror de ser contaminados. El encierro es la decisión en sus casas para entregarse muchos a excesos de baño alcoólico, embriague, comer y comer y la lujuria entre jóvenes y adultos idosos por verse cercanos al mismo final. Acudir a brujería de la región de Xingu con amarres de tradición de tribu de los Caimura, casos se ven de hacer llamado Sapaim para espantar demonios como final consuelo al mundo de hambruna y tanto rechazo de sociedad.

La Calle Lo Dice es un espacio abierto a nuestros lectores de Colombia y el mundo, a fin de dar a conocer sus respetables puntos de vista bajo su absoluta responsabilidad, escritos que deben ser dirigidos al correo [email protected]

La Calle Lo Dice pone a disposición la carta llegada a nuestra redacción del lector Celso de Souza Amarelo. Imagen cortesía es.wikipedia.org