Por: Luis Dayan Núñez /POLÏTICA
Estudiante de la Universidad de Antioquia
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Su continuo caminar de vecindario en vecindario desde su Manrique hasta San Cayetano, días después, siguiendo la ruta del Tranvía hasta La Central en Alejandro Echavarría, como también, en La Miguería de Los Molinos de Belén donde luego camina por Los Alpes para visitar a Recrearte en Las Violetas; otro día llega al Núcleo Vecinal Robledo para encontrarse con sus vecinos en el Euro de Florida Plaza, y en las tardes de domingo se ocupa del fútbol colimeño con sus aliados vecinales en San Blas, al otro lado del río. Ese sigue siendo el itinerario de Pacho Zapata, esa es su parsimonia y audaz apuesta constructora de tejido vecinal para el colectivo VECINOS, decidido a no desmayar durante ese largo camino irrigando de amor fraternal a Medellín por cuatro duros años más.
Nuestro diálogo tiene un escenario que hace parte de su vida medular: La Universidad de Antioquia, allí lo encontramos en el gimnasio donde ya es habitual sus barras, la bici, alternando con el suave trote o un poco de juego de básquet, sus citas habituales con docentes para compartir un café que incluye encuentros memorables con destacados astrofísicos que ya hacen parte de la galería Orden Cívica de la EBV.
Es la primera entrevista luego de su vinculación a la pasada campaña proselitista 2023, sobre el tema, confiesa que jamás había incursionado tan de lleno de lunes a domingo como en esa ocasión,
"es que ni en mis propias campañas había dado tanto", asegura con gesto ingenuo y mirada de asombro, pues hasta su precandidatura a la alcaldía pospuso en favor de Fico.
Cuando el calendario se aproxima a marcar los primeros 100 días de los elegidos, muchos esperan conocer apreciaciones del constitucionalista Francisco Zapata Vanegas en torno al momento político que vive el país, a los trazos de gestión y estilos de administrar de los ungidos en las urnas. Aquí lo abordamos en
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Seguimos esperando su libro, ¿cuando será?
Son años de mucha dedicación, pero no tengo una fecha concreta. Mis responsabilidades son varias, liderar VECINOS, coordinar el bufete TODODERS es seria ocupación profesional. Además dedico esfuerzos en gestionar apoyo a la fundación y acompañar la hermosa causa de la Red Mundial Buen Vecino.
Al cierre de nuestra entrevista, toda Colombia es monotemática con la propuesta de constituyente del presidente Petro, ¿es viable?
Es más viable la aprobación del proyecto de reforma a la salud, así de ese tamaño.
Siendo una torpeza política, ¿que pretende Petro con eso?
Al lanzar ese globo, Gustavo Petro demuestra una vez más porque es un magnifico político y un pésimo gobernante, tiene la sobrada capacidad de fijar cuando quiere la agenda política, ahora se oxigena recuperando los escenarios universitarios y a los jóvenes que le habían vuelto la espalda. Hoy, -gracias a su jugadita - tiene a los medios de comunicación, a los gremios y a las redes sociales en la monotemática de su constituyente, justo cuando vamos camino a los 35 años de una carta política muy joven y empoderada por la gente, a diferencia de la del 86 que era inexistente, hoy ese pequeño librito viaja en la lonchera escolar como parte de la existencia humana. Si la celebración de los primeros 30 años pasó desapercibida, los 35 serán muy sonados gracias a Petro.
¿Cuál es el camino de una constituyente en Colombia?
La vía en Colombia es muy clara. La redacción de una nueva constitución se da a través de la conversación de los diversos actores del proyecto de nación, podríamos decir que para comenzar se hace necesario un Acuerdo Nacional, lo que hoy no es posible siquiera para tramitar en el legislativo un tema social. En cuanto a la constituyente, la misma carta del 91 ordena que deberá contar con la aprobación del Congreso y al menos una tercera parte de los colombianos que conforman el censo electoral (casi 39 millones de ciudadanos).
Si coincidimos en que su convocatoria deberá ser aprobada por la mayoría del Congreso: Cámara y Senado, tengamos en cuenta que en el actual y accidentado tramite de las reformas el presidente Petro se ha quedado sin mayorías. Supongamos que el momento político de un vuelco a favor de Petro logrando aprobación en el Legislativo, seria tortuoso el camino con la crispación política que vive el país, ya seria el pueblo en una votación popular quien decidiría si se debería o no convocar esta figura. Lo que ha ocurrido en Chile con dos fracasos consecutivos de Boric, lo conoce suficientemente Gustavo Petro.
Usted ha ganado enorme influencia como líder urbano fresco, hablemos de Medellín y el proceso electoral 2023 donde sustentó su precandidatura a la alcaldía de Medellín con el estribillo Más alcaldía que alcalde para Medellín, ahora se embarca en cuatro duros años de activismo con Más ciudadanía que ciudad desde su colectivo VECINOS, ¿eso qué significa?
Significa que nuestra buena política está al margen de resultados cortoplacistas, mantenemos profunda y seria coherencia con nuestros principios y valores, el colectivo VECINOS es una apuesta de formación civilizatoria que defiende una gobernanza eficiente y transparente donde el ciudadano sea partícipe, no un simple espectador convocado al sufragio en cada jornada electoral.
Al apoyar a Fico, usted apostó por más de lo mismo, la opinión pública sabe que usted fue el primero en declinar en favor de Fico, usted tiene su gente en la "comelona" de Fico, está ciegamente comprometido con un grupo político donde solo están los limpios, los únicos señalados para regir el gobierno de Medellín, los que aseguran que al otro lado están los corruptos. ¿Eso es VECINOS?
La primera precisión que hacerle es que no hacemos parte de la administración Fico, seguidamente le cuento que fuimos coherentes en sumarnos a la cruzada por la recuperación de un horizonte para la ciudad, recordemos que los cuatro años anteriores representó una crispación de Medellín ante una administración que desconocía lo construido por los actores políticos, económicos, culturales y sociales durante épocas inmemoriales, la infortunada frase de batalla:
Medellín no les pertenece trajo consigo una serie de gestiones equivocadas que impidieron el diálogo en todos los dolientes de la ciudad, esa coyuntura por muchos factores señaló la opción de Fico, y no dudamos en acompañarla sin condicionamiento alguno.
¿Quintero es corrupto?
Esperemos la respuesta de las instancias competentes, su derecho a la presunción de inocencia se encuentra incólume. Ahora bien, si la pregunta es en torno a la confianza pública durante su cuatrienio, lo sabe usted que está se fue desmoronando como un castillo de arena. En estos días leía sobre la caída de un influyente ministro que defraudo al país, preguntado al respecto, el expresidente Carlos Lleras respondió:
"le quedó ancha la camisa", parece que Quintero jamás se la probó.
Volvamos a su apuesta. ¿Entonces VECINOS es un colectivo político que reconoce otras posturas políticas distintas a las de Fico?
Usted lo ha señalado con claridad y acierto. Nuestro diálogo ciudadano es entre contrarios, porque es sólo ahí donde encontramos la diferencia y reducimos riesgos en la toma de decisiones. Escuchar las posturas divergentes plantea oportunidades para el constructo de ciudadanía tan cara a la apuesta de una democracia más democrática. Resulta peligroso reducir el debate al grupo homogéneo, allí donde se juntan para sentirse seguros porque todos están de acuerdo, plantea serios riesgos.
Pero los acuerdos se logran entre quienes se identifican ideológicamente, entre quienes profesan los mismos credos, ¿no es así?
De eso no tenía la más mínima duda el régimen nazi. El ejercicio político entre iguales sólo convalida y consolida posiciones radicales que no reducen los riesgos al no encontrar resistencias, y casi siempre son desfavorables y equivocadas porque responden a un sesgo, a unos dogmas, a unas posiciones intocables. Cuando hablamos de desideologizar la política desde VECINOS, es una apuesta audazmente pedagógica y de cierto pragmatismo con los intereses de la ciudadanía, superar el cerco ideológico es precisamente someter al interés general las castas político-electorales.
Su colectivo podría parecer un proyecto político de estratosfera, alejada de lo terrenal. ¿Acaso se convertirán ustedes en una apuesta política algo romántica?
Es una apuesta de largo aliento con bases y columnas sólidas, es el proyecto político colombiano más fundado en la principialistica constitucional, es la buena política, es el deber ser político, nosotros hablamos y promovemos: fraternidad, solidaridad, pluralismo, tolerancia, solidez institucional que es igual a la defensa de la República, hermandad latinoamericana, y nuestra lúdica en los vecindarios es de puro amor, de cohabitación armónica con los seres sintientes, con los animales, las plantas, el agua, el aire. Suena muy romántico porque nos habituamos a ir por el despeñadero sin pensar en que estamos cerca de terminar como Haití.
Menciona usted a Haití. ¿Cuáles son las afinidades de Colombia con esa isla?
Imagínese que Colombia pierda el absoluto respeto por los derechos y las garantías constitucionales, que la ausencia de Estado en los territorios lleve a que el mismo presidente tenga que irse exiliado, que las bandas criminales dominen todos los territorios, cobren los impuestos, ejerzan la autoridad y ejerzan la justicia ante la disolución de las instituciones, eso es lo que VECINOS clama porque no ocurra ni en Medellín ni en Colombia. Pues bien, en Haití ya ocurrió, el primer ministro Ariel Henry solo está a salvo fuera de su país, ni siquiera su gobierno tiene dominio sobre los aeropuertos, ya las instituciones colapsaron y hay 9 bandas criminales que imponen su ley ante un ejército y policía con las manos cruzadas y con sus efectivos sometidos a tortura, muerte y violaciones. Es tal la beligerancia de la delincuencia organizada en Haití, que su líder y caudillo Jimmy Chérizier, alias Barbecue, ajusticia familias enteras ordenando incendiar viviendas con puertas y ventanas bien aseguradas, con el bárbaro argumento de recordar a su madre cuando vendía pollos asados por las calles de Puerto Príncipe.
Volvamos a Medellín. Su colectivo es urbano-vecinal, vuelvo a insistir en el punto central que usted elude con demasiado idealismo, si ustedes pretenden influir ¿no es la construcción del Plan de Desarrollo la instancia de la ciudadanía para la apuesta de ciudad que sueñan?
Le cuento que nosotros participamos en la puesta en escena de la alcaldía, porque es lo que hay. Al vivir el ejercicio, nos proponemos hacia adelante liberar el proceso de construcción del Plan de Desarrollo para sacarlo de lo intramural, todos los alcaldes saben que la participación es limitada y clientelar. La ciudad sigue fragmentada en zonas, comunas, corregimientos, y sus instancias típicas siguen siendo solo acciones comunales, clubes y jal, no superamos las apuestas grupistas por construir sedes físicas, por lograr mayor presencia policial para cuidar los niños y asustar la delincuencia, mucho tablado y cositas así. Los grandes temas transversales a los territorios vecinales brillan por su ausencia, hay que idearse una aplicación para acercar la academia, a los niños y jóvenes, darle agilidad al proceso para que lleguen a la conversación todos los vecinos, una web no es suficiente.
Gravísima su afirmación. ¿El Plan de Desarrollo no interpreta realidades?
Todavía planeamos desde la desconcentración a partir de casas ubicadas en ciertos lugares, somos tacaños en innovar, se nos olvidó las unidades móviles, -- yo las denomino las VECIMÓVIL-, nos falta empatía vecinal, no nos importa que los vecinos no cuentan con un pasaje para desplazarse, hay inseguridad, el tiempo para las familias es cada día menor, la solución de legitimación de la administración es entonces ir al vecindario, llegar cerca a casa, pero no damos el paso porque las fronteras invisibles nos han acorralado, y es también este flagelo el que impedido miradas más amplias, integrales y transversales en favor de los asuntos colectivos, a nadie le interesa lo que ocurre al otro lado del río.
Estamos ante un crítico estado de cosas, ¿que aporta la narrativa del Buen Vecino?
El aporte es sistémico e integral. Educando de cero a siempre con el acompañamiento de los adultos y las instituciones escolares, haciendo la tarea desde la Escuela del Buen Vecino es posible. Y ante esta apuesta, somos honrados, pensamos en los primeros frutos en el 2044. Es algo así como soñar un ciudadano inteligente e influyente que sin egoísmo habite la ciudad, y esa tarea corresponde a la sociedad civil para que luego sea reconocida e incorporada por la oficialidad.
¿Cómo interactuar socialmente en concreto con la atractiva doctrina del Buen Vecino?
Apostándole a las lúdicas sencillas, si enseñamos la institucionalidad como garantía sólida y perenne de sociedad, si promovemos el valor fundamental de la vida, las normas de tránsito, los derechos limitados por los derechos del otro, el respeto por los bienes colectivos, la empatía como solidaridad con el próximo, el ejercicio en el aula del pluralismo y la tolerancia, así llegaremos a más ciudadanía que ciudad, así contribuiremos a un país en civilidad con menos cárceles y mejor calidad de libertades. Resulta fundamental seguir visitando los vecindarios no con el afán de llevar respuestas sino de formularse preguntas.
Y en ese orden, ¿para qué sirve eso del Día del Buen Vecino?
Para enseñar que podemos tener un día auténticamente propio para enraizar vivencias, conductas, practicas sanas con el entorno vecinal y maneras de relacionarnos empáticamente. Sirve para dejar atrás la tradición foránea del día de San Valentín, o el día de la alborada con pólvora que deja heridos y muertos, ensucia el aire y amenaza a los animales. Los días recuerdan compromisos ineludibles a las comunidades tal y como lo prevé la ONU. Los concejos de Guarne y Caldas son vecindarios muy bien entonados con está apuesta de profundo fervor cívico.
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