¿FRENAR CONSULTAS FORTALECE AL MUNICIPIO?
14 octubre, 2018
NARCOTRÁFICO Y CORRUPCIÓN, EPIDEMIAS QUE VIVE COLOMBIA
16 octubre, 2018FALLO SOBRE CONSULTAS SALVA A COLOMBIA
Imagen de animación cortesía portal Casanare Extra
En su afán idealista, la Constitución Política de 1991 se ideo una serie de mecanismos para la participación ciudadana, dándoles la potestad de decidir a los electores sobre ciertos asuntos importantes para su comunidad. Las Consultas Populares lastimosamente se degradaron a tal punto, que tienen en jaque la explotación de los recursos naturales, y con ellas se frenó toda la industria extractiva de Colombia.
Como toda buena acción, ésta comienza con aspectos filantrópicos, casi que ideales, y con los recursos naturales no renovables, sería casi idílico que se pudieran quedar a perpetuidad en el subsuelo y sin explotación y afectación de las comunidades. Pero una de las principales fuentes de recursos de la sociedad, son las regalías que generan la extracción de esos recursos, sin esos tributos, la nación únicamente podría financiarse por medio de impuestos. Allí comienza el dilema, todos queremos un buen sistema de salud, todos queremos un buen sistema de educación, todos queremos seguridad, todos queremos subsidios, todos queremos que de algún modo, el Estado nos proteja y nos respalde.
Se le dice NO a la industria extractiva, al tiempo que no queremos pagar impuestos. Nos parece el IVA del 19% altísimo (estoy de acuerdo con eso), que los límites para declarar renta ya son muy bajos, que el gobierno tiene ahorcados los comerciantes e industriales con impuestos por encima del 72% de las utilidades. Y entonces, ¿de dónde sacar más dinero?.
Colombia es un país bendecido en materia de recursos naturales, renovables y no renovables. Tenemos ganadería, agricultura y pesca; somos un país rico en agua dulce, con grandes ríos y la zona más lluviosa del mundo; tenemos todos los climas, desde cálidos hasta páramos; tenemos todas las elevaciones desde 0 metros sobre el nivel del mar, hasta colosales alturas andinas por encima de los 5000 metros; dos mares y una fuente casi infinita de alimento. Dentro de los recursos no renovables, tenemos petróleo, gas, carbón, oro, esmeraldas, cobre, niquel, etc., somos un país increíblemente rico. Pero, no tenemos desarrollada ninguna industria, no somos grandes productores de nada. Con casi 50 millones de colombianos, la gran mayoría pobres, se requiere de muchísima inversión social, y es por ello que Colombia durante muchos años, ha solventado la necesidad de recursos mediante la explotación minera. Hoy, la mayor fuente de ingresos de la nación y mayor fuente de divisas es la explotación de los recursos mineros. Sin ellos, el país ya sería inviable económicamente.
Con el sueño de la ecoconservación, los activistas verdes, encontraron que por medio de las Consultas Populares pueden lograr sus objetivos de vivir en un país sin minería. Las Consultas se volvieron un actor más del juego político del país. Se han realizado 9 consultas en contra de la minería; todas han ganado con más del 90% de la votación y, están a la espera la realización de otras 135. A la fecha de hoy, podemos afirmar que los efectos son peores que la enfermedad. Un ejemplo es Cajamarca, los políticos llegaron con su discurso de lo desastroso de “La Colosa” y que se debía cerrar su explotación, hoy en día el pueblo está en la ruina. Con el cierre de la mina de oro más grande del mundo se acabaron las fuentes de empleo y los negocios alrededor, esos dirigentes que propusieron cerrarla y que no pasaría nada, brillan ahora por su ausencia. Además, la mina tiene demandada a Colombia ante entidades internacionales por 16.000 millones de dólares por la afectación, y posiblemente van a ganar. En las mismas están los municipios de Piedras, Tauramena, Cabrera, Cumaral, Pijao, Jesús María y Sucre. Todos arrepentidos de la decisión de dejarse influenciar sin analizar las consecuencias que conllevan esos actos.
Hace rato que la inversión nacional y extranjera huyó de Colombia, porque cualquier movimiento puede acabar años y años de empresa y, con ella, los empleos directos e indirectos que pueden generar. También desaparecen las regalías que dan por la extracción y los impuestos que pagan por las utilidades generadas. Con el No, no solo se acabaron esos municipios, están arruinando las finanzas nacionales con la concausa de la desfinanciación del presupuesto general de la nación para el año entrante.
Se ve venir la crisis petrolera, pues solo tenemos autonomía por otros 4.5 años, lo que representará un faltante para el país de los recursos por los casi 900.000 barriles de petróleo que se exportan diariamente. Preparémonos entonces para importar el crudo, mientras nos quejamos por el precio de la gasolina, que dentro de 5 años no tendremos como comprarla. Todo esto se debe en parte a las Consultas Populares. Ninguna empresa petrolera quiere invertir en la sísmica, tampoco en pozos exploratorios, ni en los pozos de producción, cuando no hay certeza de poder retornar la inversión.
La corte legisló sobre un bien común: el subsuelo que es de los colombianos. Debía quedar claro que un pequeño grupo no puede definir el futuro de un país. En el mundo existen métodos amigables con el medio ambiente para las extracciones, y minas de cualquier tipo son sostenibles en países tan críticos como Noruega, Islandia y Canadá. Ciudades enteras están fundadas a los alrededores de las grandes minas, acostumbrándose todo pueblo a vivir de ellas de algún modo, sintiendo orgullo de ser catalogados como pueblo minero. Los Estados les brindan estabilidad jurídica, y seguridad en todos los sentidos, las empresas emplean métodos amigables y sostenibles, los entes de control garantizan que se cumplan los más rigurosos estándares ambientales y las poblaciones progresan. Una clara relación gana – gana.
Es cierto que en nuestro país se desconocen muchos de esos puntos mencionados, entonces la Corte le puso un plazo de 2 años al congreso para que se cree la legislación al respecto, esa legislación es la que debemos vigilar, esa es la que debemos seguir, esa es la que debemos apoyar, esa es la que debemos analizar, porque es ahí donde puede surgir un monstruo que destruya los ríos, que destruya los bosques, que destruya los páramos. la Corte Constitucional ha sido acertada, justa y sabia al proferir el aludido fallo, un bien común prima sobre un bien particular, al tiempo que ordena al congreso legislar al respecto.
Finalmente, necesario es referirnos a un delicado flagelo: la minería ilegal. Vemos la gran devastación generada por la extracción de oro realizada por los grupos delincuenciales, vemos los problemas de orden público en esas regiones, vemos los conflictos sociales, delincuencia, asesinatos, robos, secuestros, asesinatos entre los grupos armados para controlar la producción. Esa es la modalidad de minería que no cumple ninguna regla, ésta minería es un cáncer para el país, ésta minera es la que se debe combatir y erradicar.
Retomando el tema central, esperamos que ninguna otra corte, la Suprema de Justicia, el Consejo de Estado o Concejo Nacional Electoral, no se pronuncie contra la de la Constitucional, eso sería un “choque de trenes” que tendría como trasfondo entorpecer aún más la inversión legal en Colombia, dejando la minería en las manos de criminales.
Carlos Andrés Echavarría Blandón es Ingeniero Civil de la Universidad Nacional, Especialista en Gestión Empresarial de la Universidad Santo Tomás, Creador de empresas y líder en emprendimiento con amplio reconocimiento público y privado en razón de sus Asesorías e interventorias.
La Calle Lo Dice, es un espacio abierto a libre pensadores que aportan a la construcción de Sociedad Civil. Nuestros distinguidos columnistas invitados son responsables de sus opiniones, lo que significa que sus posiciones no comprometen en nada la linea Editorial oficial del portal forochat.com.co
Como toda buena acción, ésta comienza con aspectos filantrópicos, casi que ideales, y con los recursos naturales no renovables, sería casi idílico que se pudieran quedar a perpetuidad en el subsuelo y sin explotación y afectación de las comunidades. Pero una de las principales fuentes de recursos de la sociedad, son las regalías que generan la extracción de esos recursos, sin esos tributos, la nación únicamente podría financiarse por medio de impuestos. Allí comienza el dilema, todos queremos un buen sistema de salud, todos queremos un buen sistema de educación, todos queremos seguridad, todos queremos subsidios, todos queremos que de algún modo, el Estado nos proteja y nos respalde.
Se le dice NO a la industria extractiva, al tiempo que no queremos pagar impuestos. Nos parece el IVA del 19% altísimo (estoy de acuerdo con eso), que los límites para declarar renta ya son muy bajos, que el gobierno tiene ahorcados los comerciantes e industriales con impuestos por encima del 72% de las utilidades. Y entonces, ¿de dónde sacar más dinero?.
Colombia es un país bendecido en materia de recursos naturales, renovables y no renovables. Tenemos ganadería, agricultura y pesca; somos un país rico en agua dulce, con grandes ríos y la zona más lluviosa del mundo; tenemos todos los climas, desde cálidos hasta páramos; tenemos todas las elevaciones desde 0 metros sobre el nivel del mar, hasta colosales alturas andinas por encima de los 5000 metros; dos mares y una fuente casi infinita de alimento. Dentro de los recursos no renovables, tenemos petróleo, gas, carbón, oro, esmeraldas, cobre, niquel, etc., somos un país increíblemente rico. Pero, no tenemos desarrollada ninguna industria, no somos grandes productores de nada. Con casi 50 millones de colombianos, la gran mayoría pobres, se requiere de muchísima inversión social, y es por ello que Colombia durante muchos años, ha solventado la necesidad de recursos mediante la explotación minera. Hoy, la mayor fuente de ingresos de la nación y mayor fuente de divisas es la explotación de los recursos mineros. Sin ellos, el país ya sería inviable económicamente.
Con el sueño de la ecoconservación, los activistas verdes, encontraron que por medio de las Consultas Populares pueden lograr sus objetivos de vivir en un país sin minería. Las Consultas se volvieron un actor más del juego político del país. Se han realizado 9 consultas en contra de la minería; todas han ganado con más del 90% de la votación y, están a la espera la realización de otras 135. A la fecha de hoy, podemos afirmar que los efectos son peores que la enfermedad. Un ejemplo es Cajamarca, los políticos llegaron con su discurso de lo desastroso de “La Colosa” y que se debía cerrar su explotación, hoy en día el pueblo está en la ruina. Con el cierre de la mina de oro más grande del mundo se acabaron las fuentes de empleo y los negocios alrededor, esos dirigentes que propusieron cerrarla y que no pasaría nada, brillan ahora por su ausencia. Además, la mina tiene demandada a Colombia ante entidades internacionales por 16.000 millones de dólares por la afectación, y posiblemente van a ganar. En las mismas están los municipios de Piedras, Tauramena, Cabrera, Cumaral, Pijao, Jesús María y Sucre. Todos arrepentidos de la decisión de dejarse influenciar sin analizar las consecuencias que conllevan esos actos.
Hace rato que la inversión nacional y extranjera huyó de Colombia, porque cualquier movimiento puede acabar años y años de empresa y, con ella, los empleos directos e indirectos que pueden generar. También desaparecen las regalías que dan por la extracción y los impuestos que pagan por las utilidades generadas. Con el No, no solo se acabaron esos municipios, están arruinando las finanzas nacionales con la concausa de la desfinanciación del presupuesto general de la nación para el año entrante.
Se ve venir la crisis petrolera, pues solo tenemos autonomía por otros 4.5 años, lo que representará un faltante para el país de los recursos por los casi 900.000 barriles de petróleo que se exportan diariamente. Preparémonos entonces para importar el crudo, mientras nos quejamos por el precio de la gasolina, que dentro de 5 años no tendremos como comprarla. Todo esto se debe en parte a las Consultas Populares. Ninguna empresa petrolera quiere invertir en la sísmica, tampoco en pozos exploratorios, ni en los pozos de producción, cuando no hay certeza de poder retornar la inversión.
La corte legisló sobre un bien común: el subsuelo que es de los colombianos. Debía quedar claro que un pequeño grupo no puede definir el futuro de un país. En el mundo existen métodos amigables con el medio ambiente para las extracciones, y minas de cualquier tipo son sostenibles en países tan críticos como Noruega, Islandia y Canadá. Ciudades enteras están fundadas a los alrededores de las grandes minas, acostumbrándose todo pueblo a vivir de ellas de algún modo, sintiendo orgullo de ser catalogados como pueblo minero. Los Estados les brindan estabilidad jurídica, y seguridad en todos los sentidos, las empresas emplean métodos amigables y sostenibles, los entes de control garantizan que se cumplan los más rigurosos estándares ambientales y las poblaciones progresan. Una clara relación gana – gana.
Es cierto que en nuestro país se desconocen muchos de esos puntos mencionados, entonces la Corte le puso un plazo de 2 años al congreso para que se cree la legislación al respecto, esa legislación es la que debemos vigilar, esa es la que debemos seguir, esa es la que debemos apoyar, esa es la que debemos analizar, porque es ahí donde puede surgir un monstruo que destruya los ríos, que destruya los bosques, que destruya los páramos. la Corte Constitucional ha sido acertada, justa y sabia al proferir el aludido fallo, un bien común prima sobre un bien particular, al tiempo que ordena al congreso legislar al respecto.
Finalmente, necesario es referirnos a un delicado flagelo: la minería ilegal. Vemos la gran devastación generada por la extracción de oro realizada por los grupos delincuenciales, vemos los problemas de orden público en esas regiones, vemos los conflictos sociales, delincuencia, asesinatos, robos, secuestros, asesinatos entre los grupos armados para controlar la producción. Esa es la modalidad de minería que no cumple ninguna regla, ésta minería es un cáncer para el país, ésta minera es la que se debe combatir y erradicar.
Retomando el tema central, esperamos que ninguna otra corte, la Suprema de Justicia, el Consejo de Estado o Concejo Nacional Electoral, no se pronuncie contra la de la Constitucional, eso sería un “choque de trenes” que tendría como trasfondo entorpecer aún más la inversión legal en Colombia, dejando la minería en las manos de criminales.
Carlos Andrés Echavarría Blandón es Ingeniero Civil de la Universidad Nacional, Especialista en Gestión Empresarial de la Universidad Santo Tomás, Creador de empresas y líder en emprendimiento con amplio reconocimiento público y privado en razón de sus Asesorías e interventorias.
La Calle Lo Dice, es un espacio abierto a libre pensadores que aportan a la construcción de Sociedad Civil. Nuestros distinguidos columnistas invitados son responsables de sus opiniones, lo que significa que sus posiciones no comprometen en nada la linea Editorial oficial del portal forochat.com.co
En La Calle Lo Dice, análisis del fallo sobre Consultas ambientales de la Corte Constitucional, por el ingeniero Carlos Andrés Echavarría B. Imagen Wikipedia.
