PROTESTA Y CORRUPCIÓN EN LA UNIVERSIDAD PÚBLICA
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LOS GRANDES DE ANTIOQUIA
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Imagen de animación cortesía Caracol Radio
Esta va para todos los parceros del rojo de la montaña, y todo gracias a forochat que sabe darle importancia a los comunes como yo, que como la inmensa mayoría, no gozamos de pantalla en la prensa comercial, aquella que solo publica las voces de los dirigentes y más influyentes de mi amado DIM. Si, la prensa que ante la celebración de 105 años, cosa que no se ve todos los días, jamás pregunta por los que más sufrimos: los hinchas de corazón.
Les cuento que yo le puse como titulo a mi escrito para empezar: "105 años no es nada", porque hoy es un día único como mi rojo, y este día tan feliz, me recuerda de una a mi abuelo Otoniel, tan loquito por el medallo, tan fiel, tan entregado de día y de noche. Que Dios me lo tenga celebrando allá arriba como se lo merece. Quien me dice que no se está tomando allá sus frías, escuchando a Wbeimar lo Dice, y tirando bandera de lo lindo con su camisa roja ya descocida. Apenas me lo imagino con su tabaco de chimenea y mera pegatina de baba espesa, escuche que no ha escuchado sus tangos sin cesar, como lo hacia religiosamente después de jugar el medallo. Y ese tango "volver", su sinfonía predilecta, con la voz triste y poderosa de ese man que murió estrellado en un avión, y que con esa letra tan sincera me ponía a pensar cosas que yo no entendía del todo pero comprendía del todo. Es que parceros, mero sentimiento eso que dice: "...sentir, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en la sombra se busca y se nombra. Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez..."
Mero gigante mi abuelo, toda una biblia con las cosas del DIM y de la vida. Aquí tengo en la mente sus relatos frescos, lo que contaba y recontaba del primer titulo en el 55. Si parceros, cuando el poderoso venció a Cúcuta 3-1 para echarse al hombro su primera consagración para la historia, gracias al juego de batalla de legendarios como un tal Efraín "Caimán" Sánchez, un Hernando "Canino" Caicedo, y los argentinos que venían a sudarla: Felipe Marino, y René Seghini, unos manes poderosos para el poderoso, que si jugaban por el honor, no porque les metieran plata en bolsillo.
Y tengo más datos, algunos que aparecen en sus siete libreticas de apuntes que me dejó como herencia, junto a la colección de casi 200 revistas de Estadio. Con esa letra sin hambre que lo caracterizaba, menciona que el medallo llegó a su tercera estrella con mero proceso de puros paisas, que para el año 2002 contaban con promedio de 23 años de edad. También veo con lapicero rojo subrayado en azul, que mi pasión roja, el equipo del pueblo, se lucio en los años 80 con un combo de puros ganadores: Oscar Pareja, Pelusa Pérez de la comuna nororiental, Henry Zambrano, Carlos Castro, y Dario Sierra. De todos ellos, a decir verdad, me gustaría conocer a Pareja, veo que era el ídolo de mi abuelo. Aquí me dejó un adhesivo con la firma autobiográfica de ese man y una frase: "con toda la amistad leal para el viejo Oto".
Pero mi viejo querido no alcanzó a escribir mucho del cucho Mao Molina. Ya para ese entonces, mi viejo estaba en el hospital porque no le valía para nada esa diálisis. Solo me dejó en la cubierta de atrás de la última libreta una frase: "Todavía se puede mi Dany, cuando vuelvas mírate en el espejo de ese crack del Mao. Vas a ser sino un jugador, un hombre de bien"
Que consejos los de mi viejo parceros. Siempre me lo decía cuando me reclinaba en sus piernas durante esas interminables tardes dominicales, mientras escuchaba la transmisión de radio. Pero apenas ahora vengo a hacerle caso, cuantas lagrimas me invaden. Pero en fin, jamás es tarde en la vida. Quedó la cárcel atrás, ya superé la muerte de mi vieja, y lo de llegar muy alto en el fútbol profesional no fue. He vuelto a terminar mi bachillerato en la nocturna, y he regresado al estadio con mejores parceros. También quedó para la historia mis voladas con la barra a Bogotá, Manizales y Cali, todo por sacarle el cuerpo al estudio y a la cantaleta de mi madrecita. Tranquilo mi viejo que debemos olvidar las penas, hoy es un día de celebración con nuestro poderoso para que cantemos con el alma juntos ese tango tan tuyo, "volver". Une mi corazón rojo con el tuyo en el firmamento azul, para que gritemos con tan fuerte pasión, que nos ganemos un regaño del cucho San pedro: ¡Que vida el medallo, porque 15 años no es nada!. Especial para forochat.com.co
En HISTORIA FOROCHAT, nuestros columnistas invitados son responsables de sus opiniones, lo que significa que sus posiciones no comprometen en nada la linea Editorial oficial del portal de opinión global vecinal forochat.com.co
Les cuento que yo le puse como titulo a mi escrito para empezar: "105 años no es nada", porque hoy es un día único como mi rojo, y este día tan feliz, me recuerda de una a mi abuelo Otoniel, tan loquito por el medallo, tan fiel, tan entregado de día y de noche. Que Dios me lo tenga celebrando allá arriba como se lo merece. Quien me dice que no se está tomando allá sus frías, escuchando a Wbeimar lo Dice, y tirando bandera de lo lindo con su camisa roja ya descocida. Apenas me lo imagino con su tabaco de chimenea y mera pegatina de baba espesa, escuche que no ha escuchado sus tangos sin cesar, como lo hacia religiosamente después de jugar el medallo. Y ese tango "volver", su sinfonía predilecta, con la voz triste y poderosa de ese man que murió estrellado en un avión, y que con esa letra tan sincera me ponía a pensar cosas que yo no entendía del todo pero comprendía del todo. Es que parceros, mero sentimiento eso que dice: "...sentir, que es un soplo la vida, que veinte años no es nada, que febril la mirada, errante en la sombra se busca y se nombra. Vivir, con el alma aferrada a un dulce recuerdo que lloro otra vez..."
Mero gigante mi abuelo, toda una biblia con las cosas del DIM y de la vida. Aquí tengo en la mente sus relatos frescos, lo que contaba y recontaba del primer titulo en el 55. Si parceros, cuando el poderoso venció a Cúcuta 3-1 para echarse al hombro su primera consagración para la historia, gracias al juego de batalla de legendarios como un tal Efraín "Caimán" Sánchez, un Hernando "Canino" Caicedo, y los argentinos que venían a sudarla: Felipe Marino, y René Seghini, unos manes poderosos para el poderoso, que si jugaban por el honor, no porque les metieran plata en bolsillo.
Y tengo más datos, algunos que aparecen en sus siete libreticas de apuntes que me dejó como herencia, junto a la colección de casi 200 revistas de Estadio. Con esa letra sin hambre que lo caracterizaba, menciona que el medallo llegó a su tercera estrella con mero proceso de puros paisas, que para el año 2002 contaban con promedio de 23 años de edad. También veo con lapicero rojo subrayado en azul, que mi pasión roja, el equipo del pueblo, se lucio en los años 80 con un combo de puros ganadores: Oscar Pareja, Pelusa Pérez de la comuna nororiental, Henry Zambrano, Carlos Castro, y Dario Sierra. De todos ellos, a decir verdad, me gustaría conocer a Pareja, veo que era el ídolo de mi abuelo. Aquí me dejó un adhesivo con la firma autobiográfica de ese man y una frase: "con toda la amistad leal para el viejo Oto".
Pero mi viejo querido no alcanzó a escribir mucho del cucho Mao Molina. Ya para ese entonces, mi viejo estaba en el hospital porque no le valía para nada esa diálisis. Solo me dejó en la cubierta de atrás de la última libreta una frase: "Todavía se puede mi Dany, cuando vuelvas mírate en el espejo de ese crack del Mao. Vas a ser sino un jugador, un hombre de bien"
Que consejos los de mi viejo parceros. Siempre me lo decía cuando me reclinaba en sus piernas durante esas interminables tardes dominicales, mientras escuchaba la transmisión de radio. Pero apenas ahora vengo a hacerle caso, cuantas lagrimas me invaden. Pero en fin, jamás es tarde en la vida. Quedó la cárcel atrás, ya superé la muerte de mi vieja, y lo de llegar muy alto en el fútbol profesional no fue. He vuelto a terminar mi bachillerato en la nocturna, y he regresado al estadio con mejores parceros. También quedó para la historia mis voladas con la barra a Bogotá, Manizales y Cali, todo por sacarle el cuerpo al estudio y a la cantaleta de mi madrecita. Tranquilo mi viejo que debemos olvidar las penas, hoy es un día de celebración con nuestro poderoso para que cantemos con el alma juntos ese tango tan tuyo, "volver". Une mi corazón rojo con el tuyo en el firmamento azul, para que gritemos con tan fuerte pasión, que nos ganemos un regaño del cucho San pedro: ¡Que vida el medallo, porque 15 años no es nada!. Especial para forochat.com.co
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Historia FOROCHAT con los 105 años del Club de fútbol Independiente Medellín, en testimonio del libre pensador Juan Daniel Golfi. Imagen cortesía Caracol Radio
